Un modo inusual y simpático para pasar unas vacaciones en la provincia de Venecia es transcurrirlas en una de las equipadas casas rurales del territorio, para un relax total entre arte y naturaleza.
Lo ideal es comenzar la visita por la capital; no existe en ninguna parte del mundo alguien que no conozca Venecia y que no piense al hablar de ella en ese escenográfico museo que es la ciudad lagunar.
A todos nos ha pasado que recorriendo la ciudad, a bordo de uno de los típicos transbordadores de Venecia, para llegar hasta la famosa plaza de San Marcos, hemos tenido la sensación de estar frente a una multitud de obras de arte, ante lo cual, solo nos ha quedado bajar la mirada hacia el agua para ocultar nuestra emoción y admirar así, solo de reflejo, tanta belleza. Tripudio de mosaicos dorados y suaves formas arabescas, la imponente Basílica de San Marcos nos acoge en la mejor sala del centro, con música de fondo, un persistente aroma a café y el revoloteo de palomas, esas habituales protagonistas de millones de fotografías. Lo mejor es pasear por las calles de Venecia, sin un destino específico, permitiéndonos el lujo de perdernos frente a una de sus numerosas maravillas, para dejarnos seducir por la ciudad y, con un poco de suerte, toparse frente a la majestuosidad de la Iglesia de Santa María Gloriosa dei Frari, que alberga obras inestimables, como el retablo de Tiziano que representa la asunción de la Virgen.
A solo 20 km de la ciudad lagunar se encuentra Mira, pintoresca localidad por la que pasa el río Brenta que comunica las distintas aldeas, dando lugar a canales y fosos que rodean parques de gran belleza. En efecto, la naturaleza es la auténtica protagonista de Mira que aconsejamos visitar a pie o en bicicleta, además de en barca naturalmente, haciendo una parada en el interesante Ecomuseo, con un espacio dedicado a exposición y biblioteca especializada.
Siempre en la provincia de Venecia, merece una visita Musile de Piave, pequeño pueblecito cuyo interés parece girar alrededor del Municipio, no solo porque conserva hallazgos romanos, sino también por un acontecimiento anual que consiste en la entrega al alcalde de dos capones a manos del alcalde de la cercana localidad de San Donà de Piave; esta tradición tuvo inicio en la Edad Media, cuando una inundación, desviando el curso del Piave, trasladó la capilla de San Donato a Musile, de modo que las dos comunidades establecieron que, mientras los habitantes de Musile conservarían como santo patrón San Donato, la localidad de San Donà debía pagar como tributo anual dos capones a los vecinos de casa.
Para un relajante baño de sol y mar, nada mejor que una parada en la cercana Eraclea, un verdadero oasis con espectaculares vistas del paisaje.
Espléndidas y espaciosas también las playas de Cavallino Treporti, muy animadas en verano, no solo por los turistas sino también por elegantes flamencos de color rosa que dan un toque de color y magia a un territorio que posee una gran belleza natural.
La provincia de Venecia es un verdadero paquete regalo para abrir y descubrir con sorpresa, mejor si disfrutando de las ventajas que solo unas vacaciones en una casa rural sabe dar, saboreando deliciosos platos típicos como el hígado a la veneciana, el bacalao, el “riso e bisi” (arroz y guisantes) y la imperdible polenta.