La provincia de Asti entre viñedos, iglesias rurales y castillos
Famoso en todo el mundo por su vino espumoso
La rica historia del territorio de la zona astigiana, que la hace estar permanentemente en una especie de suspensión temporal, se refleja en las iglesias rurales románicas y en los castillos medievales que adornan la provincia como un gran collar.
Pero la mejor manera de iniciar una visita por Asti es empezar por Piazza Alfieri, situada en el centro de la misma, donde domina la estatua dedicada a la personalidad de la ciudad más insigne, el famoso Vittorio Alfieri, cuyos versos parecen que aún resuenan por las calles de la ciudad, desde el paseo hasta el baptisterio románico, pasando por la Colegiata de San Segundo, dedicado al santo patrón de la ciudad.
Famoso en todo el mundo por su vino espumoso, Asti rivaliza con Siena por su célebre palio histórico, evento que tiene lugar cada año en septiembre y cuyo momento culminante se materializa en la carrera de caballos montados sin silla. Antes de dejar la ciudad, le aconsejamos una parada para degustar las deliciosas "polentinas", las "tortas del palio" y el turrón artesanal.
Solo veintiséis kilómetros separan Asti de la pequeña localidad de Canelli, conocida por el majestuoso castillo del año 1500, transformado en un elegante palacete de propiedad de la familia Gancia.
Un poco más allá surge la dinámica Castelnuovo Calcea, rodeada por suaves colinas llenas de viñedos que crean paisajes inolvidables para los ojos.
A unos pocos kilómetros de allí, se encuentra Costigliole d’Asti, cuyo pasado feudal queda magníficamente atestiguado por el imponente castillo de Burio.
Dominada por una austera torre panorámica, Castagnole delle Lanze se sitúa idealmente entre la zona de las Langhe y el Monferrato, ubicación que caracteriza fuertemente su economía, concentrada sobre todo en la producción de excelentes vinos.
Concluimos el recorrido con la espléndida Moncalvo, cuyos monumentos históricos simbolizan el glorioso pasado en el que la ciudad era la capital del Marquesado del Monferrato; no es una casualidad que el castillo fuera uno de los edificios fortificados más grandes de la región. Hoy en día, Moncalvo es el destino predilecto de quien busca relax y descanso entre las magníficas colinas monferrinas, con la diversión asegurada gracias al Palio de Asti en el que la localidad interviene con una animada participación popular.
La provincia de Asti es un territorio de gran atractivo, donde el espacio físico da paso, muy a menudo, a los lugares espirituales, llenos de arte e historia, teniendo como fondo una naturaleza sosegada. Y ese poder de seducción deriva, sin duda, de una producción enológica de fama internacional y de una gastronomía basada en platos como la fundue, los “agnolotti” y los cocidos mixtos, acompañados por aromáticas trufas y hongos, la expresión más exitosa de la sabiduría culinaria local.
Observemos por último las hileras de viñas, las eficientes bodegas y las suaves colinas antes de volver a una de las cualificadas casas rurales que le aconsejamos para sellar con una promesa de vuelta el pacto de amor con la provincia de Asti.
¿Sabía que…?
En Asti se respira historia por todas partes, pero su presencia es total visitando el Palacio Catena, imponente edificio medieval de la ciudad. En esta residencia Silvio Pellico ha situado a la heroína de su tragedia, Iginia d’Asti. Cuenta la leyenda que el fantasma de la hermosa mujer vaga imperturbable aún hoy en día entre las fastuosas habitaciones del palacio. Y parece que no le afecta la soledad, ya que las calles del centro, estarían llenas de la presencia del fantasma de Adelaide, descendiente de Arduino d'Ivrea, mujer enérgica y valiente que combatió en primera línea durante las batallas, codo a codo con los hombres.