La provincia de Cosenza y sus atracciones
Si comenta a sus amigos que este año pasará sus vacaciones en Calabria, probablemente le dirán: <<Buena elección, ¡tiene unas playas estupendas!>>
Bueno, qué le parece si les sorprende diciéndoles: <<¿De verdad? ¿Tiene también playa?>>
Así es, Calabria no es solo un destino muy codiciado por el turismo de verano gracias a sus maravillosas playas, sino que ofrece mucho más.
Es una tierra que ahonda sus raíces en los mitos, evocando inolvidables memorias históricas, con numerosas tradiciones y cultura, que posee un clima especialmente bueno y paisajes encantadores.
Esta semana le llevaremos de la mano por la provincia de Cosenza, sugiriéndole unas relajantes vacaciones en casa rural para organizar de forma totalmente autónoma su tiempo y descubrir así un territorio que no defraudará sus expectativas.
La belleza de Cosenza reside en el armónico connubio entre pasado y presente, gracias al cual, los innovadores proyectos de cambio que actualmente le afectan encuentran impulso precisamente en el trampolín de su glorioso pasado.
El casco antiguo de la ciudad conserva las monumentales huellas del pueblo de los Bruzi, que en el siglo IV a. C. eligieron Cosenza como su capital. La sucesión de edificios señoriales, plazas, iglesias y conventos atestigua el poder y el fausto, el Duomo del año 1100, patrimonio de la Unesco, y el Castello Svevo, imponente residencia de Federico II de Suabia, subrayan la importancia que la ciudad tuvo incluso en épocas posteriores. Una parada para satisfacer nuestro paladar en la que podremos saborear el embutido “capicollo” Dop y la famosa “soppressata” (chorizo) calabresa acompañados por la típica galleta de trigo.
Gran protagonista en el pasado, y con futuro lleno de oportunidades, Cosenza es la intérprete de numerosos proyectos de urbanización y valorización que la convertirán en punto central de referencia turística.
Ahora seguiremos nuestro viaje para descubrir algunos interesantes lugares de la provincia, empezando por Diamante.
Esta graciosa localidad evoca en el nombre, el valor de su belleza. Ocho kilómetros de costa se articulan ininterrumpidamente mostrando un mar con múltiples matices, mientras la parte interior está decorada con espléndidos murales realizados por artistas de fama internacional. La densa vegetación de la “Riviera dei Cedri” enmarca Diamante como una joya, creando, para los amantes de la naturaleza, recorridos de gran sugestión, como el que va desde el torrente Corvino hasta la cueva de San Ciriaco donde, según cuenta la leyenda, se retiraba a rezar el Santo de Buonvicino.
Pero, ¿qué sería de Calabria sin la famosa guindilla? Diamante es el lugar adecuado para degustarla de varias formas; así es, aquí surge la “Accademia Italiana del Peperoncino” que en septiembre de cada año organiza el festival dedicado al ”oro rojo”, durante el cual se sirven pitticelle de rosamarina (tortitas de pescado y guindilla), deliciosas anchoas saladas y los imperdibles granizados de cedro.
Pero dejaríamos con pena Diamante si la siguiente etapa de nuestro itinerario no fuera Francavilla Marittima, donde aconsejamos visitar el “museo de arte contadina”, en el que se exponen antiguos instrumentos de trabajo locales, utensilios y objetos de uso doméstico que podrían usarse para una fiel reconstrucción de la casa del campesino.
A solo once kilómetros de distancia surge la pintoresca localidad de Cerchiara di Calabria, ideal para un momento de relax, gracias a las aguas sulfúreas de la “Grotta delle Ninfee” que dan vida a un complejo termal cuyos fangos poseen reconocidas propiedades terapéuticas. En Cerchiara no pueden dejar de probar el famoso pan, cocido en el horno a leña, y con una típica forma redonda con “chepa”.
La provincia de Cosenza, sobre todo si se vive en su dimensión más auténtica, alojándose e una casa rural, se asemeja a la rueda de un pavo real que muestra el espléndido plumaje del que cada matiz representa un motivo distinto de atracción: arte, cultura, naturaleza y gastronomía. Al volver de sus vacaciones podrá decir a sus amigos que “sí, que había playas…”.
¿Sabía que…?
En Calabria, la pasión por la guindilla tiene raíces profundas. Es cierto que este particular alimento posee muchas propiedades benéficas; así es, parece que es un excelente digestivo (en la provincia de Cosenza se prepara un exquisito licor a base de guindilla y cedro), posee un fuerte poder antioxidante y en China, se usa también como antidepresivo. Lo que sí es cierto es que es muy útil para usar en numerosas recetas de cocina y, por qué no, en el campo de la estética, como revitalizador de la piel. Pero la “Accademia Italiana del Peperoncino”, que entre sus socios honorarios cuenta con numerosos personajes del mundo del espectáculo, desde Giorgio Albertazzi a Valeria Marini, pasando por Maria Grazia Cucinotta o Licia Colò, ha convertido la pasión por la guindilla en casi un culto, creando incluso un tablón de anuncios on line donde los apasionados pueden intercambiarse distintos tipos de guindilla. Por no hablar de la realización de un Museo de la guindilla, en Maierà, en la provincia de Cosenza. Adivina cuál es el logotipo: un capitel coronado por una gruesa guindilla, ¡por supuesto!
Michela Bilotta