El secadero para castañas es una pequeña construcción ubicada cerca del castañar, donde se acumulan las castañas sobre un enrejado, y se las somete a la acción del calor y el humo.
Desecado de castañas
Uno de los métodos más usados para conservar las castañas está representado por la desecación, operación que se realiza en locales especiales denominados secaderos.
Los secaderos rurales, muy difundidos en el pasado, sobre todo en las montañas, son pequeñas construcciones, algunas veces semienterradas, de un solo ambiente con un granero o enrejado situado a cierta altura, sobre el cual se colocan las castañas para desecar. El desecado se realiza suministrando desde abajo moderadas cantidades de aire caliente y humo, durante un tiempo que puede variar de entre 10 y 30 días.
Una vez secas, las castañas son sometidas al blanqueado, operación que consiste en descascararlas y pelarlas, ya sea de forma manual o mecanizada.