Iniciamos nuestro viaje saliendo de Bagno de Romagna, un pueblecito encantador, premiado por el Touring club italiano con la famosa bandera naranja, símbolo de excelencia turística que se concede a las realidades que conjugan un patrimonio histórico, cultural y medioambiental de valor con una acogida turística de calidad. Bagno de Romagna surge justo en los Apeninos y parte de su territorio está comprendido en el verde Parque nacional de los bosques casentineses. Aquí, en este paisaje, que ya de por sí es mágico, se puede experimentar la fascinación que se siente viviendo una experiencia insólita, para quien desea aún creer en los cuentos de hadas y no quiere renunciar al sueño y a la fantasía. Estamos hablando del sendero de los gnomos: un curioso recorrido de unos dos kilómetros, llenos de pequeños caminos y puentecitos, a través del cual se puede descubrir el bosque y sus especies vivas desde una perspectiva absolutamente inédita.

 

Proseguiremos un poco más hacia el norte, a través de Castrocaro Terme y Terra del Sole. La primera, también bandera naranja por el turismo, se caracteriza por ser el lugar en el que tiene lugar uno de los festivales de canto más famosos de Italia, el Festival de Castrocaro, que aún hoy en día se celebra cada año en julio, junto a otras interesantes iniciativas. Una de estas es Dal medioevo al rinascimento (De la Edad Media al Renacimiento) una fiesta medieval con espectáculos y conferencias que, en una escenografía inolvidable, lleva a los antiguos esplendores este pequeño pueblo rodeado de una fortaleza inexpugnable. Entre los eventos más interesantes del año mencionamos también el Castello dei misteri (Castillo de los misterios), una cita que se celebra con ocasión de las vísperas de Todos los Santos, durante la cual se celebra la noche de Halloween con unas visitas guiadas especiales a la fortaleza. No pueden perderse tampoco el Palio de S. Reparata que anima las noches de verano de Terra del Sole con una representación histórica renacentista con trajes de la época, muy cuidada hasta en el último detalle con cenas, música, trajes y juegos típicos de la época. Terra del Sole es también sede del Museo dell'uomo e dell'ambiente (Museo del hombre y del medio ambiente), que hace un recorrido por la historia de nuestra civilización desde los orígenes hasta hoy, con unos interesantes soportes didácticos y multimedia. No solo representaciones históricas y eventos, Castrocaro sigue siendo, sin duda, una de las metas termales más apreciadas de la península. Darse un baño en sus aguas sulfúreas, con sus famosas propiedades terapéuticas, permite disfrutar en toda su plenitud del más puro relax para recuperar las energías físicas y mentales.

 

De las aguas termales, nos desplazamos hacia el mar, Cesenatico será nuestra próxima parada. Turismo de playa de la zona del alto Adriático, Cesenatico se sitúa entre Rimini y Ravenna, y se le ha concedido la bandera azul por sus playas. Su historia se caracteriza fuertemente por su posición geográfica: en un lejano pasado, buena parte de su territorio estaba invadido por el mar. Posteriormente, después de una obra de saneamiento, se convirtió en ruta comercial. No se puede decir que se conoce la ciudad sin antes haber visto su característico puerto-canal, realizado a partir de un proyecto de Leonardo Da Vinci, y el mercado del pescado, construido alrededor de los años 60, en el que se puede comprar el mejor pescado de las aguas de la localidad.

Una de las ocasiones más divertidas para dar un bonito paseo por las calles de Cesenático y saborear su excelente pescado es el pesce in festa (pescado en fiesta) Se trata de un fiesta mayor que tiene lugar del 1 al 4 de noviembre, que tiene como protagonista el casco antiguo, ya que se transforma en un gran restaurante al aire libre. Será la ocasión para saborear un excelente pescado de calidad, fresco y cocinado según las recetas típicas romagnolas. Otro evento ligado al mar son las Vele di Pasqua (velas de Pascua) regata internacional de catamaranes que regala espléndidos juegos de color y movimiento, gracias al espectáculo de decenas de velas de colores que se hinchan con la brisa marina. Pasando, por otra parte, a la tierra firme, en mayo, la localidad alberga un importante evento ciclístico: la Nove Colli (Nueve Colinas), una carrera que se desarrolla a lo largo de un recorrido de 200 Km por los Apeninos y que recuerda las grandes rutas. Por último, para los apasionados de la música jazz, no podemos dejar de señalarles Non solo jazz (No solo jazz) festival de música que tiene lugar en el Teatro Comunale y que cada año rinde homenaje a uno de los géneros musicales más refinados, con las estrellas del panorama musical internacional. 

 

Concluimos nuestro viaje con una auténtica perla: Modigliana. Vistas increíbles y aire fresco y limpio caracterizan este pequeño pueblecito rural, lleno de prados verdes y arroyos, que se pasan por entre antiguas masías reformadas. Destino perfecto para quien desea organizar una bonita excursión a pie y pasar un poco de tiempo en contacto con la naturaleza. Precisamente en esta ocasión, no pueden dejar de ver el Ponte di San Donato (Puente de San Donato) característico puente de tres arcos realizado en forma de espalda de asno, que llaman Della signora (De la señora) por la noble señora que vivía cerca de allí hace muchos años. Modigliana es la sede de una de las academias de arte italianas más antiguas: la Accademia degli incamminati. Fundada a mediados del siglo diecisiete, este lugar de arte y cultura se caracterizó inmediatamente por el espíritu revolucionario de sus matriculados, la mayoría de ellos artesanos que deseaban ver reconocido su trabajo al igual que el de los músicos y poetas. Hoy en día, la academia sigue estando activa, desarrolla una actividad de investigación y estudio para difundir y promover los conocimientos humanísticos y científicos y alberga eventos, exposiciones y acontecimientos culturales muy importantes. El segundo domingo de septiembre, cuando está comenzando el otoño, Modigliana es la protagonista de uno de los eventos más sugestivos de Italia. Estamos hablando de la Festa dell''800: Tableaux vivants (Fiesta del siglo XIX: Cuadros vivientes) durante la cual se instalan unos 30 cuadros vivientes inspirados en el gran pintor modiglianés Silvestro Lega. Todo el pueblo participa en el evento, con los paisanos que llevan trajes de época y hacen de protagonistas de las obras vivientes. Mercadillos, música en vivo, obras de arte y degustaciones gastronómicas caracterizan un evento verdaderamente único en su género. Si además son grandes admiradores del maestro Lega, pueden visitar gratuitamente el Museo Civico y la Pinacoteca donde están expuestas algunas de sus obras originales.

El “Duomo de Forlì” (Catedral de Forlí) es conocido, además de por su belleza arquitectónica, por un cuadro que representa a la Virgen y que se ha hecho famoso por no haber sufrido ningún desperfecto después de un violento incendio durante la Edad Media. Por ello, la obra, llamada Virgen del fuego, es venerada por los fieles desde 1428.

 
Alessandra Denaro