Unas vacaciones inolvidables en territorios llenos de historia, cultura, arte y humanidad
No es una casualidad que sea definida como la capital verde del Piamonte, la provincia de Cuneo surge sobre un altiplano que se abre en forma de triángulo hacia los verdes valles que llevan hasta Francia. Su casco antiguo, en forma de tablero de ajedrez y situado a lo largo de la gran avenida central que lleva hasta la plaza principal de la ciudad, cuenta con numerosos callejones llenos de tiendecitas, restaurantes, hostales y talleres artesanales. Esta elegante y acogedora provincia piamontesa, fundada alrededor del año 1200, alberga tesoros extraordinarios paisajísticos, artísticos, históricos y culturales, que le dan esa fascinación típica de las grandes ciudades europeas.
Nuestro viaje para conocer más a fondo Cuneo empieza por Sampeyre. Situada sobre el amplio valle Varaita. Sampeyre surge a los pies del Monviso y cuenta con un complejo de instalaciones de esquí, el Monvisoneve, que ofrece alojamientos deportivos, de gran confort y bienestar absoluto. Una de las atracciones más interesantes es el Alevé, antiquísimo bosque se extiende hasta los territorios de Casteldelfinoy Pontechianale. Entre senderos mágicos y majestuosos cembros, se pueden observan románticos laguitos alimentados por glaciales de alta cuota, que al derretirse forman alegres riachuelos con una agua dulce cristalina y pura. Aquí encuentran espacio numerosas especies de animales, como búhos, lechuzas y espléndidas mariposas, y vegetales como el saúco de montaña y el rododendro, que se pueden admirar en estado salvaje. Estos encantadores lugares constituyen la escena principal de una fiesta de la tradición occitana, La Baìo, que se remonta a los antiguos usos y costumbres paganos, gracias a los cuales, la historia y la mitología se funden y hacen revivir la fascinación de épocas pasadas.
Continuando a lo largo del valle Varaita, nuestra próxima etapa será Casteldelfino, una joya de rara belleza, que conquista el corazón de los viajantes con la fascinación de la naturaleza incontaminada que lo rodea. En Calsteldelfino aún se puede hablar en occitano y se puede respirar toda la alegría y la humanidad típicas de los pequeños pueblecitos en los que toda ocasión es buena para estar en compañía, mejor si se hace ante un exquisito plato. Cada año, en el pueblo se celebra “Casteldelfino in fiore”, (Casteldefino en flor) un evento que anima al pueblecito con los colores y aromas embriagantes de numerosas variedades florales, que pueden admirarse en jardines e instalaciones extemporáneas. No pueden perderse tampoco el famoso concierto del 15 de agosto, que anima los veranos de la localidad.
Un poco más hacia el sur, Doglianinos acoge con su tradición culinaria y artesanal. Tierra de vinos y sabores, Dogliani nos saluda tranquilamente situada sobre las colinas de las Langhe, en una alternancia de paisajes agrícolas en los que las viñas tienen el protagonismo. Al pequeño pueblecito llegan numerosos eventos de carácter cultural, fiestas mayores y representaciones históricas, que embellecen los itinerarios de los turistas deseosos de vivir hasta el fondo las tradiciones locales. En Castello, la parte más antigua de la ciudad, los característicos callejones albergan tiendecitas de artesanos cerámicos, escultures, carpinteros, pintores y artistas de la creta, del mármol y del vidrio, y puestos donde se pueden comprar velas, jabones y muchos otros productos hechos con recetas antiguas. Uno de los eventos más esperados en Dogliani tiene lugar justo antes de Navidad, cuando el pueblo se transforma en un gran belén viviente en el que más de 300 figurantes con traje de época celebran la Sagrada Noche, reproduciendo la atmósfera de la Belén de aquella época.
La última etapa de nuestro viaje es Albaretto della Torre, pueblecito de montaña desde cuya parte más alta se puede disfrutar del esplendor de las Langhe. Dominado por una torre que se remonta al siglo XIII, aún intacta y bien conservada, Albaretto es perfecta para visitar a pie o con medios de transporte ecológicos, como la bicicleta o los “rickshaw”. La posición privilegiada, cerca de Alba y Barolo, y a menos de una hora de coche de Turín, hace de Albaretto el punto ideal para pasar unas vacaciones completas. La zona, llena de casas rurales, ofrece soluciones económicas y confortables para todos, sobre todo, para las familias.
Curiosidades: Dogliani es el lugar de nacimiento de personajes ilustres, como Michele Ferrero, empresario de la famosa casa de productos de confitería, Luigi Einaudi, el segundo presidente de la República italiana y el famoso editor Giulio Einaudi.