Clima mediterráneo, gran variedad de paisajes, playas incontaminadas, montañas nevadas, amplios valles, cultura, gastronomía e historia. Nuestro viaje para descubrir Chieti, definida “la terraza de Abruzzo”. Situada en la parte centro-oriental de una de las regiones más verdes de Italia, la provincia abruzzesa surge entre las playas del mar Adriático y los macizos montuosos de la Maiella y del Gran Sasso. Entre los destinos más solicitados para unas vacaciones enérgicas y originales, Chieti se articula sobre un territorio muy variado, apto para distintas actividades turísticas. Excursiones o la práctica de deportes como alpinismo, ciclismo y escalada deportiva son algunas de las propuestas que nos ofrece.
La parte antigua de la ciudad está llena de edificios históricos de gran valor artístico y cultural, como la bellísima Villa Comunale que, entre fuentes, lagos, jardines, puentecitos y prados aporta confort a los cálidos y soleados días de verano. Precisamente el casco antiguo hace de marco a numerosos eventos anuales. Entre estos, recordamos el Maggio teatino, que prevé un amplio calendario de eventos, conciertos, mercados, representaciones históricas y medievales, espectáculos teatrales y deportivos, que recubre la ciudad de colores, músicas, sonidos y aromas con un gran poder atractivo. No pueden perderse el famoso Chietiinstrada Buskers, festival de los artistas callejeros que tiene lugar entre el 14 y el 16 de agosto, y la Settimana Mozartiana (Semana Mozartiana), en los escenarios en julio, en la que se recuerda al famoso compositor con conciertos de cámara y bailes.
De sus numerosas localidades, dos son dignas de una especial mención: Palombaro y Rocca San Giovanni.
Con poco más de 1000 habitantes, el pequeño burgo de Palombaro, conocido como “sentinella de la Maiella” (Centinela de la Maiella), surge precisamente a los pies del segundo macizo montuoso más alto de los Apeninos. Se caracteriza por su posición estratégica, que permite llegar en poco tiempo tanto hasta las maravillosas costas abruzzesas como hasta las instalaciones de esquí más famosas. Palombaro está encajado en un fértil valle lleno de numerosas especies vegetales. Extensiones de pino de montaña, junto a maquias de verdes madreselva se funden con caminos embellecidos con prímulas, peonías, enebros enanos, arándanos y otras plantas raras, creando una atmósfera perfecta para paseos largos y tranquilos a pie, a caballo o en bicicleta. Durante las excursiones se pueden admirar también algunas especies animales en su ambiente natural, como ciervos, corzos y el raro gato salvaje. Palombaro es conocida por Fieragosto, una fiesta que tiene lugar durante la noche de Ferragosto, cuando las callejuelas del burgo se animan bajo el cielo iluminado por los resplandores de las estrellas cadentes. Una noche especial caracterizada por mercadillos artesanales, platos típicos y música, donde lo viejo se funde con lo nuevo, en un connubio original hecho de tradición y modernidad.
Bañada por el mar, Rocca San Giovanni nos acoge entre inmensos campos cultivados y playas de gravilla bañadas por un mar limpio y cristalino, entre arrecifes, que también este año ha recibido el premio Bandera Azul de la Fee (Fundación para la educación medioambiental). Situado en lo alto de un pico rocoso, que le confiere un aspecto orgulloso y elegante, Rocca San Giovanni posee un característico casco antiguo animado siempre por mercadillos locales en los que se pueden comprar productos alimenticios y artesanales típicos del lugar, como cítricos, pescado fresco y hortalizas genuinas. Una de las atracciones más interesantes para visitar es la sugestiva aldea de Vallevò, unas pocas casas bajas que dan a un puerto, que parece salido de una novela. Aquí, se pueden admirar los famosos “trabocchi”, plataformas de madera con largas pasarelas de las que los pescadores tiran los sedales para coger los frutos más valiosos del mar. Los Fossi, valles naturales que están colocados perpendicularmente a la costa, en los que se han formado anfractuosidades y cuevas muy fascinantes, son formaciones típicas de estas tierras. Uno de los más conocidos es el Fosso delle farfulle (Foso de las mariposas), que alberga increíbles tesoros naturales como pequeños riachuelos y fuentes, que alimentan una vegetación muy densa. Incluso el poeta D'Annunzio se quedó embrujado por estos lugares, en los que se inspiró para una de sus tragedias más bellas: el “trionfo della morte” (triunfo de la muerte).
Rocca San Giovanni es la sede de Frentania Cinema Festival, festival dedicado a los jóvenes cineastas de Italia, en la que participan también famosos directores nacionales e internacionales.
¿Sabía que…?
Chieti oculta en sus entrañas los restos de una antigua ciudad, Theate, que surge precisamente debajo del casco antiguo. Solo en contadísimas ocasiones se pueden visitar algunas de sus partes.
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