En particular, señalamos la zona de Cortona y sus alrededores, donde fueron numerosos los hallazgos de tumbas y objetos.
Decidir alojarse en Valdichiana significa transcurrir unas vacaciones en plena quietud y en el esplendor de una naturaleza acogedora y pintoresca. Evidentemente las mismas sensaciones las habrán probado ya hace decenas de siglos los Etruscos, con una gran presencia en esta zona.
Claramente ellos no tenían a disposición las comodidades de las casas rurales, bed and breakfast y casas de vacaciones, pero ciertamente sabían elegir los lugares donde instalar su asentamiento.
La Valdichiana se extiende a lo largo del territorio de cuatro provincias, entre Toscana y Umbria, pero es especialmente Arezzo donde podemos admirar las estupendas necrópolis y ciudad de este antiguo e ingenioso pueblo.
En particular, señalamos la zona de Cortona y sus alrededores, donde fueron numerosos los hallazgos de tumbas y objetos. Y precisamente en la histórica ciudad toscana tiene su sede un maravilloso Museo dell’Accademia Etrusca (Museo de la Academia Etrusca). Llama la atención enseguida el cuidado con el que están expuestos e introducidos los hallazgos. Cada sala contiene una descripción detallada, a veces acompañada de reconstrucciones perfectas, plásticas de las necrópolis y de las excavaciones, o incluso, documentos audiovisuales. Destacamos además las llamadas experiencias táctiles. En efecto, muy a menudo se pueden encontrar reproducciones de objetos que el visitante puede “tocar con la mano” literalmente, con un gran resultado tanto desde el punto de vista didáctico como de la posibilidad de disfrutar de la muestra dada a aquellos que no pueden hacerlo mediante la percepción visual. El museo después se articula en otras exposiciones permanentes, entre éstas también una sección dedicada al antiguo Egipcio.
Pero para poder conocer a los etruscos “en vivo” tenemos que explorar el “Parco Archeologico” (Parque Arqueológico), que se extiende desde el centro de la ciudad hasta las zonas de los alrededores comprendiendo también las fracciones de Camucia y Ossaia, para ir a descubrir los asentamientos de este gran y antiguo pueblo.
Pero la patria de Luca Signorelli obviamente no ofrece sólo etruscos. De especial interés es, por ejemplo, el Museo Diocesano, que alberga obras del hijo más ilustre de Cortona, pero también de otros maestros de la época, como el Beato Angelico.
La ciudad, que constituye ella misma un museo al aire libre, alberga además numerosos eventos, entre recreaciones históricas y acontecimientos culturales, sin olvidar las fiestas gastronómicas de innegable fascinación.
Las casas rurales, las casas de vacaciones y los b&b de la Valdichiana les esperan para unas variopintas vacaciones, llenas de entretenimiento y cultura.