SIENA | TOSCANA

Visitar Siena

Siena, por sus riquezas artísticas es una de las ciudades más importantes de toscana y todavía conserva su aspecto medieval. Es espectacular su plaza del Campo, única en el mundo por su forma de concha, el terreno en pendiente parece conducir directamente al palacio público, otro elemento de interés artístico es la torre de Mangia, finalizada en el año 1.348, la torre comunal más alta.
La Pinacoteca de Siena posee una gran colección de pinturas de la escuela sienesa; entre los tantos e interesantes edificios religiosos recordamos la basílica de S. Domenico (1.293-1.465), la iglesia de S. Agostino (edificio del siglo XIII retocado en el siglo XVIII en el cual se encuentra el crucifijo de Perugino) y la iglesia de Santa María dei Servi (edificio del siglo XIII y luego ampliado en el siglo XV).
Una de las más grandes realizaciones góticas italianas es el Duomo de Siena, en el cual se encuentra la Librería de Piccolomini, el Museo de la Opera. A un lado del Duomo, una escalinata nos conduce al baptisterio (1.355-1.382) enriquecido por pinturas al fresco y por la pila bautismal, obra de Iacopo della Quercia.

Castiglione D’Orcia, al sur de Siena ofrece testimonios históricos y artísticos importantes: las ruinas de la construcción sobre la roca Aldobrandesca, la iglesia románica de Santa María, la iglesia de Santo Stefano que conserva obras de Lorenzetti. En la colina entre el Valle del Ombrone y el Valle de Asso se encuentra Montalcino. La ciudad es conocida por la valiosa Biblia en Pergamino, por las piezas de barro cocido de Luca della Robbia, por las pinturas de Batoli, de Freddi Sano di Pietro y Benvenuto di Giovanni conservadas en la pinacoteca o Museo Cívico de la Ciudad.

Un lugar para el descanso, ya sea en verano o en invierno es Abadía San Salvatore. Además de dar la posibilidad de practicar deportes invernales en las pistas del Monte Amiata, ofrece a los turistas importantes documentos históricos, como los restos de la Abadía del siglo XI – XII.

Al pié de la Roca de Aldobrandeschi se encuentra Piancastagnaio, donde además del castillo se puede visitar el Palacio Bourbon del Monte del siglo XVII.

Radicofani, pequeño pueblo medieval, es conocido porque en el siglo XIII estuvo bajo la señoría de Ghino di Tacco. El visitante quedará sorprendido por el paisaje: la vista se pierde desde Amiata hasta los montes Umbros, desde el mar Tirreno hasta el lago de Bolsena. Contignano que pertenece a Radicofani es un centro de interés histórico y turístico situado en el interior del Parque Artístico Natural del Valle de Orcia. Esta antigua aldea medieval conserva sus muros, el torreón, sus bastiones y las puertas en perfecto estado. No es solo conocido por sus restos históricos sino también por su gastronomía a la cual se le dedica la “Sagra del Raviolo di Contignano” (Fiesta del raviol de Contignano) que se celebra la semana posterior al 15 de agosto. Otra fiesta importante es la Muestra del Geranio que se celebra en el mes de mayo. Chiusi Cianciano Terme es de gran importancia turística, famosa por sus aguas y sus parques así como por las bellezas artísticas conservadas en el pequeño museo de la Collegiata, en la iglesia de la Collegiata y en la de la Madonna della Rosa (Virgen de la Rosa). En Chiusi se puede visitar el Museo Etrusco de importancia internacional, las tumbas Etruscas (entre las más famosas la de la Scimmia (mona), la de la Pellegrina y la del Colle (cerro) con importantes pinturas y esculturas).

Montepulciano también es de origen etrusco, llamada la “Perla del siglo XVI” por las numerosas obras dejadas por artistas famosos del renacimiento. Su museo contiene una valiosa colección de artistas de Siena. La ciudad es un conocido centro agrícola sobre todo por la producción del apreciado Vino Nobile.
El ayuntamiento de Montepulciano tiene casi 15.000 habitantes, una tercera parte de los cuales en la capital del distrito y se extiende en una superficie de 165 kilómetros cuadrados, es el ayuntamiento más grande de los diez que forman la Valdichiana de Siena. Se levanta sobre una colina a 605 metros sobre el nivel del mar desde donde se pueden ver los valles y territorios que pertenecen a este ayuntamiento. El paisaje se vuelve aún más agradable por los cultivos de olivas y viñedos y por los múltiples aspectos naturales de la zona como las colinas de terreno abundante en greda y los cipreses que modelan verticalmente el paisaje. Desde el palacio renacentista del Ayuntamiento se pueden entrever los Montes Sibillini y el Cimone y cuando el tiempo lo permite y la atmósfera está completamente limpia también se puede ver el Gran Sasso de Abruzzo. Desde Montepulciano se puede llegar fácilmente al Valle de Orcia (Pienza, San Quirico, Bagno Vignoni), Amiata, Umbria (Perusa, Asís, el lago Trasimeno) y a la región Lacio.

Historia del Vino Nobile
Los orígenes del Vino Nobile de Montepulciano son antiquísimos e íntimamente ligados a la historia de Montepulciano, la presencia de bodegas perfectamente integradas en el centro histórico es la evidencia más evidente. La floreciente historia comercial de la ciudad es evidente, en la gran cantidad de documentos y noticias que se encuentran en los archivos, como ya en el año 1.350 se establecieron cláusulas y normas para el comercio y la exportación del Vino Nobile de Montepulciano. En la segunda mitad del siglo XVI, el Papa Paolo III alabó la extraordinaria calidad del Vino Nobile. Francesco Redi en su obra “Baco en Toscana” lo definió “el Rey de los vinos” y en la segunda mitad del siglo XVIII el vino de Montepulciano fue definido y descrito como “Nobile” (Noble, hidalgo, ilustre) signo evidente del alto nivel de compromiso cualitativo realizado para su producción.

Pienza enriquece de arte la provincia de Siena, obras de Rossellino son la Catedral del siglo XIV y el Palacio Piccolomini.