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Misina, en dialecto sículo, está situada en la costa occidental del estrecho de Messina. Antiguamente se llamaba Zancle, colonia griega en el siglo VIII a. C., fue una rica e importante ciudad bajo el imperio Romano y en la Edad Media. Sufrió un dure golpe en 1783 debido a un terremoto, y fue destruida casi por completo por otro terremoto, el del año 1908 para después volver a su esplendor como importante provincia sícula.
En el casco antiguo pueden verse testimonios de su floreciente pasado que se remontan sobre todo al periodo medieval. En Messina nació un importante pintor: Alessandro da Messina (1430 - 1479) muchas de sus obras están expuestas en el “Museo Regionale di Messina”, uno de los museos más notables de la región junto con el de Palermo y el de Siracusa. En estos museos se pueden admirar las obras de Antonello y de Michelangelo Merisi, el Caravaggio.
Taormina es una de los destinos turísticos italianos más prestigiosos. La parte más antigua de Taormina, Tauremenion, surge sobre un saliente del Monte Tauro a pico sobre el Mar Jónico. Uno de los monumentos más extraordinarios del territorio italiano es el Teatro de Taormina segundo por tamaño de la región de Sicilia. En él tenían lugar espectáculos de gladiadores, en la época de los Romanos. Maravillosa es la vista desde arriba donde se pueden admirar los paisajes del Etna hasta el Aspromonte en Calabria.
La provincia de Messina es una de las más afortunadas de Italia por la presencia de numerosos destinos turísticos de gran interés como las Islas Eolias.
El archipiélago de las Islas Eolias o Lípares ofrece magníficos paisajes incluyendo los fenómenos volcánicos. Las Eolias fueron narradas por Ulises en su historia del desembarque en las islas dedicadas a Eolo, el rey de los vientos. Las Eolias son siete: Alicusi, Filicudi, Salina, Lipari, Vulcano, Panarea y Stromboli. La cima más alta es la del “Monte Fossa delle Felci” que se encuentra en Salina, constituyendo uno de los lugares más incontaminados de nuestra península. Las Eolias fueron incluidas en el Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1997.