Todas las estructuras
Se desconocen los verdaderos orígenes de Nuoro. Los primeros asentamientos alrededor del lugar, que formaban una especie de ciudad, se remontan al periodo nurágico, tal y como demuestran algunos topónimos y la existencia de distintos “nuraghi, domus de janas” (tumbas rupestres) y algunos pozos sagrados.
Nuoro ha conservado perfectamente su ambiente natural, bosques, maquia mediterránea y paisajes incontaminados que dominan toda la provincia. La mayor parte del territorio nuorés es utilizada para pastos.
La zona central de la provincia de Nuoro se define como el Nuorese, las otras áreas de la provincia son: Baronie di Siniscola e Orosei, la Ogliastra; las Barbagie di Ollolai, Belvì, Seulo, el Sarcidano al Sur, el Marghine y la Planargia.
La ciudad de Nuoro surge sobre un altiplano y está rodeada por un ambiente montañoso.
El monte de los Nuoreses es el Ortobene, teatro de excursiones, ofrece a la vista del visitante panoramas de gran impacto emotivo: ¡bosques, montaña y mar!
Vale la pena visitar el burgo de Lollove. El pequeñísimo centro está poblado por un escaso número de familias. La atmósfera es muy acogedora y destacan las pequeñas casas, ruinas y una maravillosa iglesia del siglo XVII. Una leyenda hace aún más intrigante la visita a Lollove: algunas monjas que huyeron tras esconder una relación carnal con los pastores del pueblo maldijeron éste diciendo “Serás como el agua del mar; no crecerás ni morirás nunca”.
Aritzo, dominado por una naturalísima torre de piedra, es otro espléndido pueblo. La torre se caracteriza por su forma de seta. Aritzo también es conocido como el “pueblo de la nieve” con la golosísima tradición pastelera del turrón.