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Reggio Calabria es la punta de la bota, es decir, ¡la provincia más al sur de la península italiana!
Paseando por el paseo marítimo disfrutarán de una maravillosa vista sobre el estrecho de Messina y se darán cuenta de lo bonita y lo soleada que es esta ciudad. Provistos de un plano podrán adentrarse en su casco antiguo.
Digna de mención es la “Villa Comunale” destinada a Huerto Botánico, con valiosos ejemplares de flora tropical y ecuatorial.
Les aconsejamos una larga visita al Museo Nacional, donde se encuentran los famosos Bronces de Riace (del siglo V a.C.).
El Museo Nacional conserva hallazgos arqueológicos relativos a toda la región calabresa que van desde la prehistoria hasta la edad de la colonización griega, además de una amplia colección artística romana, bizantina y medieval.
No pueden dejar de visitar la Catedral, reconstruida después del terremoto de 1908 y los restos del Castillo Aragonés.
Reggio Calabria es una provincia de suma importancia por el ambiente natural que la caracteriza, destacando especialmente el Aspromonte que alcanza los 2000 metros de altura.
El Aspromonte posee numerosas zonas de interés arqueológico que atestiguan la importancia histórica que a lo largo de los siglos ha caracterizado esta área.
El Aspromonte alberga una rica fauna: lobos, halcones peregrinos y búhos reales. Entre la vegetación es posible admirar el rarísimo helecho tropical, woodwardia radicans, además del abeto blanco, el haya y el pino negro.Numerosos torrentes surcan el área del Aspromonte, siendo los más importantes el Amendolea y el Calopinace.