Guía del Agroturismo en Emilia Romagna
Además de Bolonia y los centros urbanos más grandes, el turismo en Emilia Romagna se ha desarrollado a lo largo de la costa Adriática. Entre los Valles de Camacchio y el límite con las Marche hay alrededor de treinta lugares famosos de veraneo y muy concurridos. Las playas de Romagna han atraído desde siempre turistas italianos y extranjeros. Milano Marittima, Cervia, Cesenatico, Bellaria, Rimini, Riccione, Cattolica y las playas Ferraresi y Ravennati son metas del turismo de masa.
Largas playas de arena, aguas poco profundas a lo largo de la costa, un territorio interior ancho y hospitalario y una red de eficientes hoteles medianos y pequeños atendidos por sus propios dueños constituyen la base para el turismo de la región. Todos los hoteles disponen de discoteca, club nocturno, espectáculos, bar y restaurantes típicos.
Riccione, Cattolica, Rimini y Comacchio organizan una variedad de manifestaciones culturales y la entrega de premios literarios. Los amantes del arte no pueden dejar de ver la famosa Abadía de Pomposa en la Strada Romea, la Basílica bizantina de Sant’Apollinare cerca de Ravenna y la pequeña y pintoresca República de San Marino, rica de historia y tradición en medio a un agradable paisaje. Queremos mencionar también el centro histórico de Rímini, sobre todo el templo Malatestiano de Leone Battista Alberti y el gran bosque en el Parque Natural de Mesola el cual es un impresionante ejemplo de cómo eran antes los bosques. En el oasis de Punte Alberete y en los Valles del Comacchio se presenta un sorprendente mundo de pájaros para los amantes de la fotografía.
Esta región goza de múltiples termas con manantiales de agua sulfúrea, yodo, sodio, bromo. Famosa por las terapias de barro e hidromasajes y Salsomaggiore en el Apenino Parmense, cerca de allí se encuentra Tabiano Terme, famoso por los tratamientos del aparato respiratorio y del metabolismo, por último está Porreta Terme en el valle superior del Reno. Se pueden pasar unas vacaciones sumamente tranquilas en el paisaje increíblemente verde e incontaminado de los Apeninos, por ejemplo en Pievepelago y Lizzano en Belvedere o también en las numerosas y bien equipadas localidades de esquí de Cerreto Laghi en el Apenino de Reggio, Corno delle Scale en el Apenino de Bolonia y sobre todo en los alrededores de Monte Cimone cerca de Sestola en Frignano.
Por todas partes, en el campo podemos encontrar pequeños pueblos y ciudades donde se puede gozar tanto de la naturaleza como del arte, como por ejemplo en Castel’Arquato, Bobbio y Grazzano Visconti en provincia de Plasencia, donde ha sido reconstruido un pueblo medieval, en Sassuolo con el Palacio de la familia Estensi y cerca de Módena, Nanantola con su famosa Abadía. En la provincia de Ravenna hay que visitar Lugo y Faenza que ofrece un museo de cerámica, famoso a nivel internacional. En Cento entre Bolonia y Ferrara existe una importante galería de arte cívico.